Introducción:
A.G.G.
Adentrándonos en el terreno del folklore, no podemos pasar por alto a uno de nuestros músicos más ilustres y que ocupó relevantes puestos en la sociedad musical española durante los comienzos de la segunda mitad del siglo XX. Me refiero, cómo no, a D. Manuel García Matos. Fue su meritoria vida, entregada al trabajo, un ejemplo a seguir por cualquier musicólogo con inquietud investigadora; el mérito de su labor traspasó las fronteras españolas, y esto, sin duda, debería hacer que todos los que conocemos algo de él, lo divulguemos y difundamos como importante pilar en la difusión de nuestro patrimonio.
El Coro “Amadeus” de Puebla de la Calzada, introdujo en su repertorio de la final del Gran Premio Nacional de Canto Coral 03, celebrado en San Vicente de la Barquera, (Cantabria), su “Canción de Cuna”, armonizada por el celebérrimo autor, sobre un tema popular de la localidad cacereña de Montehermoso.
-Fue impresionante cómo la policoralidad y espectacularidad de armonías de las obras que presentaban los coros competidores, -en lo que muchos califican como la competición de los campeones, o la Champions Leage coral-, no desdijo ni eclipsó la obra extremeña, consiguiendo una sencilla y delicada canción de cuna hacerse un hueco entre las interpretaciones destacadas del folklore que allí se escuchó, y que, -todo sea dicho-, en voz de los solistas “Carmen Solis”, y “Manuel Antonio Torrado”, hizo emanar el silencio más espeluznante que sobrecogió incluso al que suscribe estas palabras; (que en aquellos momentos tenía el placer de dirigir aquel elenco)-.
De esta manera queremos animar a todos aquellos que tengan la oportunidad de divulgar nuestra música que no tengan miedo a hacerlo, pues tenemos grandes compositores y grandes composiciones, -que si bien no son muchas en cantidad-, si dignas de ser escuchadas aquí y mas allá de nuestras fronteras.
MANUEL GARCÍA MATOS.
RESEÑA BIOGRÁFICA DE UN MUSICÓLOGO EXTREMEÑO.
Extraído del libro
“Lírica Popular de la Alta Extremadura”,
editado por el servicio de publicación de la Universidad de Extremadura. Año 2000
INFANCIA Y ADOLESCENCIA.
Manuel García Matos ve la luz el 4 de enero de 1912 en Plasencia (Cáceres) en el número 31 de la calle del Sol. Fueron sus padres Manuel García González y Antonia Matos Páez, ambos dedicados a actividades industriales.
Al cumplir los 12 años, ingresa en el Colegio de los Padres Escolapios de la calle Hortaleza de Madrid, para realizar los primeros estudios.
De regreso a Plasencia y sintiendo profundamente la vocación musical, para la que estaba extraordinariamente dotado, se entrega de lleno a este arte estudiando solfeo, composición, armonía y piano con el Maestro de Capilla de la catedral placentina, D. Joaquín Sánchez Ruiz, del que llegó a ser un aventajado alumno; formación que completaría posteriormente con el compositor y catedrático del Conservatorio Superior de Música de Madrid, D. Julio Gómez.
Contaba 17 años y comienza a madurar en el joven Manuel la idea de fundar un coro polifónico, formado mayoritariamente por gentes del pueblo que, aún contando con limitaciones musicales, estuvieran animados, no obstante, por el entusiasmo y el amor a la música y poseyeran, además, voces frescas y bien timbradas.
Tras arduos esfuerzos, ensayo y laborioso preparativos para equilibrar las 80 voces mixtas que integraban el coro, funda la “Masa Coral Placentina” que debuta el 9 de septiembre de 1931 en el Teatro Alcázar de dicha ciudad, haciendo la presentación del acto D. Ricardo Acosta.
En medio de gran expectación, la Masa Coral interpretó el siguiente programa:
.-Himno a Plasencia (S. José).
.-Canción leonesa (Popular).
.-Jota aragonesa (Popular).
.-Los sirgadores del Volga (Gluzonov),
.-Apañando aceitunas (Cancionero de Ledesma)
.-Himno de Riego.
Al finalizar la actuación se tributó una clamorosa ovación al Coro, y a la juventud y maestría de su director.
En 1935 García matos decide transformar la Masa Coral Placentina en “Coros Extremeños de Plasencia”, para identificar mejor, dicha agrupación con la orientación estética que había ido tomando. Al incluir en el repertorio coral, no sólo canciones tomada del folklore sino también bailes y danzas tradicionales, su línea artística había ido orientándose hacia lo popular. Canciones como El pájaro ya voló, Qué sonaba la campanillina, Abre la ventana, Santu Pablu, El pollo, etc. Analizadas y tratadas armónicamente por el maestro –como era llamado cariñosamente por los coralistas- entraron a formar parte en los programas de los Coros Extremeños.
En adelante, las giras y actuaciones fueron constantes: Trujillo, Cáceres, Guadalupe, etc. Fueron escenarios de otros tantos éxitos. Los Coros Extremeños, consolidados como agrupación permanente durante 50 años y bajo las respectivas batutas de Moisés de Cáceres e Isidoro García Polo (catedrático de dirección de orquesta del Real Conservatorio de Música de Madrid). Llevarían el nombre de Extremadura a las más altas cimas en sus numerosas actuaciones por el territorio peninsular.
De 1933 a 1935, el folklorista extremeño, consciente del valiosos tesoro musical contenido en la canción y la danza populares de su región, y sospechando su desaparición inminente recorrió sistemáticamente las comarcas del Valle del Jerte y la Vera, deteniéndose en pueblos como Montehermoso. El Torno, Navaconcejo, etc… para recoger sus danzas y canciones tradicionales. Parte de estos documentos musicales, previamente armonizados por García Matos, s integraron también repertorio habitual de los Coros Extremeños.
Al mismo tiempo, Kurt Schindler, un folklorista investigador alemán de 55 años, residente en New York, visitaba por aquellos años Extremadura y las regiones limítrofes con Portugal con el fin de recoger en un cancionero las melodías y cantos del Folklore tradicional, que se publicarían en 1941 bajo el nombre: Folk Music and Poetry of Spain and Portugal editado por el Hispanic Institute in the United States, New York.
Del pueblo y con el pueblo extremeño aprendió García matos a bailar sus danzas y a tocar los instrumentos que le eran propios: la gaita y el tamboril, lo que sería de gran ayuda para sus investigaciones y futuros trabajos; conocedor de la psicología sencilla y a la vez compleja del alma popular, lograba que tocaran y cantaran para él las canciones y romances más diversos.
Finalizada en 1939 la contienda civil, en la que el musicólogo extremeño había tomado parte, prosigue intensamente las misiones para recoger otras músicas de tradición oral recorriendo zonas de Extremadura inexploradas anteriormente.
El resultado de este trabajo fue una rica cosecha de más de 630 documentos musicales, delos cuáles, 200 están presentes en la obra Lírica Popular de la Alta Extremadura, publicada por Unión musical Española en 1944; obra que hoy se reedita y de la que el eminente historiador de la música José Subirá dijo: “Extremadura hubiera sido algo así como *tierra incógnita* en el orden folklórico, sin las publicaciones de Manuel García Matos” (José Subirá, Historia de la Música II. Barcelona Buenos-Aires, 1951)
Puede afirmarse de esta publicación, que es, sin lugar a duda, el primer esfuerzo por sistematizar y estudiar metódicamente el folklore tradicional de la alta Extremadura; hasta entonces, a diferencia de lo que sucedía en otras regiones españolas, ningún musicólogo había prestado atención a la música popular de esta región salvo el mencionado cancionero recogido por Kurt. Schindler.
JUVENTUD Y MADUREZ
Iniciándose el año 1941, García matos se traslada a Madrid: Instituciones bibliotecas, archivos y otros organismos, le ofrecían mayores oportunidades para el desarrollo de sus investigaciones. Además, la capital era lugar de encuentro de profesores y folkloristas de otras latitudes con los que poder intercambiar ideas e impresiones: José Subirá, Miguel Querol, Marius Schenider (Alemania), Carlos Vega (Argentina), Vicente Mendonza (Méjico), Isabel Aretz (Venezuela), Constantin Brailöiu (Rumanía), Argeliers León (Cuba), Fernando Ortiz (Brasil), María Teresa Linares (Cuba), Luis Felipe Ramón y Tivera (Venezuela), son algunos de los musicólogos y folkloristas con los que el músico mantuvo relación y amistad a lo largo de su vida.
Orientado definitivamente al estudio e investigación de la música tradicional, en 1941 entabla conocimiento con el entonces director del Real Conservatorio Superior de Música de Madrid, el jesuita Padre Nemesio Otaño, quién le propone ser ayudante suyo y profesor interino den la Cátedra de Folklore, puesto que desempeñó durante 17 años hasta obtener la cátedra en 1958.
En 1942, contrae matrimonio con Dª. Carmen Alonso Elizo, unión de la que nacerían cuatro hijas: Carmen, Alicia, Celia e Isabel.
Al fundarse en Barcelona en el año 1944 el Instituto Español de Musicología, adscrito al Consejo Superior de Investigaciones Científicas de Madrid, su director, el musicólogo Higinio Anglés, le nombra colaborador permanente, cargo que García Matos Desempeñaría hasta su fallecimiento.
En reconocimiento a su incesante y meritoria labor investigadora, el Ministerio de Educación, en el año 1945, lo otorga en concurso público el Primer Premio Nacional de Folklore. De esta manera enjuiciaría el crítico musical Enrique Franco la decidida y apasionada entre del folklorista a su vocación: “quizás haya sido Manuel García matos el gran etnomusicólogo español de nuestro tiempo con conciencia de tal”.
Para el instituto de Musicología, recogió el Cancionero Popular de la Provincia de Madrid, obra publicada en tres volúmenes en los años 1951, 1952 y 1960; en contra de la opinión generalizada demostró, en los 807 documentos musicales contenidos en los tres volúmenes, que Madrid era una provincia en la cuál existía una variada y rica tradición folklórica.
Encargadas por dicho organismo realizó otras misiones en diferentes provincias españolas. Andalucía, Zamora, Castilla, etc.. en las que obtendría copiosa documentación musical y coreográfica. Muchos de estos documentos permanecen todavía en los archivos de Barcelona, a la espera de ser publicados.
En 1951 le es otorgado el título de Socio de Número de la sociedad de Etnología y Folklore.
La presencia y participación del músico en Congresos y Conferencia, por aquellos años fue constante; sus intervenciones aportaban novedosos descubrimientos e interesantes interpretaciones a la nueva Ciencia de la Etnomusicología, sirva de ejemplo, la ponencia sobre la Canción Popular Religiosa leída en 1954 en el V Congreso Nacional de Música Sagrada celebrado en Madrid; o la que presentó en el Congreso Internacional de Música Mediterránea celebrado en Palermo (Sicilia) en 1953 sobre Strumenti musicali folkloristici di Ibiza: gli aerófoni melódici.
Por su propia iniciativa, en junio de 1952 se celebró, en Palma de Mallorca, el Primer Congreso Internacional de Folklore que hubo en España; intervino activamente en su organización e inauguró la Sesión de apertura. También actuó de presidente de jurados y como consejero de Concursos Internacionales y Nacionales de Folklore y Danzas celebrados en nuestro país.
Al no existir en España, en 1957, ningún organismo encargado de salvaguardar el ingente patrimonio musical y coreográfico de tradición oral, excepción hecha de la sección Femenina, este organismo nombra a García matos su asesor, limitándose dicha colaboración al campo estrictamente profesional, ya que por talante, el músico era genuinamente liberal. Fruto de esta colaboración fueron los tres volúmenes de la colección Danzas Populares Españolas. En 1957 ve la luz el dedicado a Castilla la Nueva; en 1964 el dedicado a Extremadura y el que recoge la danza de Andalucía se publicó en 1971. Otros que estaban en proyecto, como el volumen de la danza asturiana, quedó inacabado con su desaparición. En esta obra es utilizado un sistema original y propio de coreografiar las danzas y los bailes, ideado por García Matos; así las posiciones de las parejas en cada uno de sus pasos, saltos, movimientos de pies, etc. Están reproducidos por medio de gráficos y dibujos.
En el volumen dedicado a Castilla la Nueva se recogen, además de las seguidillas, jotas y bailes propios de la región, testimonios tan interesantes como coplas de ciego y pliegos de cordel. El dedicado a Extremadura contiene bailes de las dos provincias extremeñas: el son llano y el son brincao de Montehermoso (Cáceres), las uvas de Olivenza (Badajoz), los fandangos de Villanueva de la Serena y de Alburquerque, las jotas de Castilblanco (Badajoz), etc. En el dedicado a Andalucía se anotan curiosos y extraños ritmos de castañuelas y antiguas danzas como el Fandango de Comares (Málaga).
En el año 1958, García Matos obtiene brillantemente la Cátedra de Folkore en el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid. Fue concedida por unanimidad y felicitado por el presidente del tribunal, el compositor alicantino Oscar Esplá.
También el folklorista realizó incursiones en el campo de la discografía. En el año 1961, le fue encomendado, por la firma HISPAVOX, la realización de una Antología del folklore Musical de España, interpretada exclusivamente por gentes de las regiones españolas, antes de que el olvido o el progreso, acabara con ellas. Fue realizada bajo el patrocinio del Consejo Internacional de la Música (UNESCO).
Acompañado de un equipo de técnicos e ingenieros de sonido, visitó 115 pueblos y aldeas peninsulares e insulares, recorrió treinta mil kilómetros y grabó 648 temas cancionísticos e instrumentales.
La primera selección salió en el año 1961 con más de cien manifestaciones documentales inéditas, repartidas en cuatro discos, más un folleto ilustrado con la parte literaria de las canciones, fotografías y testimonios de los intérpretes: un folleto más modesto recoge la versiones francesa, inglesa y alemana de aquel.
La colección editada también en Japón, por la firma “Nipón Columbia”, Co. Ltd. Fue premiada en 1964 por el Ministerio Japonés de Asuntos Exteriores con el Disco de Oro. También fue editada en Méjico por la marca Decca, en Chile y en Venezuela.
A juicio del musicólogo José Subirá, la Antología del folklore Musical, es sin duda la obra maestra de Matos (J. Subirá. Rev. De Ideas Estéticas, pág. 142. Madrid, 1974).
Una segunda selección apareció en 1971, con análogas características; y en 1980, ya desaparecido el folklorista, su hija Carmen, seleccionando el material que aún existían en los archivos de la casa HISPAVOX recolectado por García matos, publicó la Magna Antología del Folklore Musical de España, integrada por 17 LPs. Mas un folleto de 90 páginas ilustrado con fotografía y grabados, que recogía la parte literaria de las canciones en castellano y en los distintos idiomas peninsulares. La Magna Antología del Folklore fue galardonada en 1980 por el Ministerio de Cultura, con el premio a la publicación discográfica más importante del año.
Otras grabaciones discográficas vieron la luz complementando a la primera Antología: Cancionero folklórico de Murcia, Suite de Fandangos, Bailes Folklóricos Segovianos, Jotas de Aragón y Navarra, Cancionero Folklórico de Castilla la Vieja etc..
Al crearse la Real Escuela Superior de Arte Dramático y Danza de Madrid, la cátedra de “Historia de la Danza y Folklore”, encargan al Músico que imparta esta disciplina en dicha cátedra.
En el año 1968, el gobierno de Puerto Rico, deseando fundar en la Universidad la cátedra de “Historia de la Danza y folklore”, encargan al músico que imparta esta disciplina en dicha cátedra.
En el año 1968, el gobierno de Puerto Rico, deseando fundar en la universidad de Riopiedras una sección de investigación del folklores puertorriqueño, propine al folklorista que acepte permanecer en la isla caribeña el tiempo suficiente para poner en marcha un equipo de profesores, que se encarguen de llevar el departamento. Su estancia en la isla fue extraordinariamente fructífera, estrechando lazos de colaboración con musicólogos y especialistas americanos. Al finalizar el programa fue nombrado asesor de la Sección de Investigaciones del Folklore Puertorriqueño.
Los más importantes organismos internacionales, especializados en músicao étnica, contaron con la presencia de García matos. En internacional Folk Music Council de Londres, le nombró en 1961, miembro del Executive Board. La Sociedad Folklórica de Méjico, le recibió en calidad de miembro correspondiente en 1944, y en 1963 fue miembro de la Comisión Española del Comité internacional de la Música en la UNESCO.
En el año 1964, la Sociedad General de Autores de España acuerda nombrarle asesor para la revisión de los registros musicales que contengan temas de carácter popular.
Otros premios y honores le fueron concedidos. En 1970, un grupo de académicos de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, encabezado por los musicólogos José subirá y Federico Sopeña, solicitaron para García matos el sillón que dejó vacante, por fallecimiento, Higinio Anglés. A la petición se sumaron, entre otros , el guitarrista Regino Sainz de la Maza y el escultor extremeño, nacido en Hervás, Pérez comendador, a la sazón director de la Academia de España en Roma. Antes de llegar a la votación final el Folklorista, de natural íntegro y no competitivo, decide retirarse dando libertad a la otra candidatura.
En enero de 1966, el Director General de Bellas Artes, Gratiniano Nieto, le solicita que acepte la dirección del Real Conservatorio Superior de Música de Madrid, ofrecimiento rechazado, por el esfuerzo y dedicación que el puesto robaría a sus investigaciones.
En 1969, es nombrado miembro del consejo Asesor de la Música (Orden Ministerial de 13 de mayo).
La fundación Juan March, en 1972, le designa Miembro del Jurado Calificador del Departamento de Música para las convocatorias de Estudios Científicos y Técnicos en España y el Extranjero.
Especial comentario merece la apasionada relación de García Matos con el flamenco, a su juicio, “uno de los géneros de la música popular española de mayor originalidad y belleza”. En su interés por este arte fue determinante su amistad con los intérpretes. Los bailarines Vicente Escudero (1885-1980) y Juan Sánchez Palencia Estampío (1879-1957); los guitarristas Juan Navas (1874-1949) y Niño Ricardo (1904-1974), o los cantaores Pepe de la Matrona (1887-1980), y Manolo Caracol (1909-1973), confiaron al folklorista los secretos de sus creaciones. Dirigió a este último en la grabación Una Historia del Cante Flamenco editada en 1958 por la casa de discos Hispavox y acompañada de un libro explicativo: Bosquejo Histórico del Cante Flamenco, con la evolución histórica de los cantes.
También en 1947 llevó a cabo una grabación histórica con Pepe de la Matrona, recogiendo lo mejor de su repertorio flamenco en discos de 45 revoluciones. Los 51 cantes de aquella grabación han sido pasados al disco compacto recientemente.
En colaboración con el Niño Ricardo realizó el disco Toques Flamencos de Guitarra, también para la firma Hispavox.
Del trato frecuente con el bailarín Vicente Escudero y su pareja artística Carmita García, asimiló sustancioso conocimiento sobre el baile flamenco, aprendiendo a diferenciar el Decálogo del genial artista, la esencia del singular arte coreográfico.
Fruto de la experiencia vivida, y del contacto con los artistas, son los estudios que García Matos nos ha dejado sobre el flamenco, por poner un ejemplo citaremos; Introducción a la investigación de Orígenes del Cante Flamenco y aclaraciones sobre algunos de los influjos que en el Cante Flamenco ha ejercido la canción folklórica Hispanoamericana (Madrid, 1969 y 1972, respectivamente).
Otros trabajos como Cante Flamenco: Algunos de sus presuntos orígenes (Anuario Musical CSIC. Barcelona. 1950) y Sobre algunos ritmos de nuestro folklore: acerca del ritmo de la seguiriya (Anuario Musical. CSIC. Barcelona 1960) están dedicados a indagar en las raíces de tan controvertido arte.
En 1961 participó activamente, como miembro, en la Cátedra de Flamencología y Estudios folkóricos Andaluces de Jerez. Y en 1968, es nombrado Consejero de Estudios de Música Andaluza y del Flamenco bajo el patrocinio de la UNESCO.
Lo expuesto brevemente, refleja el entusiasmo y dedicación que García Matos empleó en el estudio y conocimiento de esta manifestación artística.
La obra del folklorista, un proceso en marcha y en permanente evolución, fue prematuramente interrumpida por su fallecimiento en el momento de mayor fecundidad creadora. Tuvo lugar el día 26 de agosto de 1974 en Madrid, ciudad que acoge sus restos.
Su contribución al estudio y conocimiento de la música tradicional española, es un legado inapreciable para las futuras generaciones. La línea investigadora por él trazada, rigurosa, científica, ajena a cualquier especulación no contrastada, ha iluminado caminos y marcado pautas a los estudios que hoy se están realizando.
En cuanto a la valoración de su obra, el transcurso del tiempo pondrá de manifiesto el alcance y significado que ha tenido para la música española.
Numerosos homenajes han sido ofrecidos en memoria del folklorista desaparecido. Plasencia, su ciudad natal, le nombró Hijo Predilecto en el año 1972, dedicándole, en 1975, una calle en el barrio donde nació; el Centro Cultural Santa María, antiguo hospital renacentista, alberga hoy el “Conservatorio García Matos”.
La ciudad de Badajoz dio su nombre a una calle situada en el casco antiguo, en la que se alza el Museo de Arte Contemporáneo; y la Consejería de Cultura de la Junta Regional de Extremadura, convocó en 1987, el “Premio García Matos” a la investigación y estudio del folklore regional: Premio que alcanza la undécima edición.
También, la capital cacereña acoró poner el nombre del folklrista a la Sal de traducción simultánea en el Centro Cultural San Francisco. El Museo “Casa Pedrilla” ha dedicado un espacio a exponer su obra y la colección de instrumentos populares que pertenecieron al músico. El Conservatorio Superior de Música Madrid (calle Doctor Mata) en memoria del profesor desaparecido, dio el nombre García Matos al aula 19 en donde se imparten las enseñanzas de folklore.
La voz García Matos, figura en las enciclopedias Larousse, Espasa, Groves Dictionary of Music and Musicians, el Diccionario Enciclopédico del Flamenco, y en otras historias de la música.
Recientemente el diario ABC incluyó su biografía en la publicación que conmemora el fin del milenio, titulada Personajes de la Historia de España (Tomo 6, pág. 731. Madrid, 1999)
Nada mejor para cerrar esta breve reseña biográfica, que las emotivas palabras pronunciadas por su amigo, el eminente historiador de la música José Subirá, con motivo del fallecimiento del músico “Al meditar ahora sobre lo muchísimo que aquel hombre valía puedo resumirlo en siete preciosas cualidades cuyo conjunto forma un perfil humano verdaderamente ejemplar: Idealismo, Ingenio, Sabiduría, Nobleza, Bondad, Sinceridad y Sencillez. Reunidas en un solo individuo todas ellas forman el más perfecto retrato psicológico del inolvidable amigo don Manuel García Matos” (José Subirá. Rev. De Ideas Estéticas. Madrid, 1974). Carmen García-Matos Alonso